Una de las prioridades sanitarias atendidas con rigor en estos días es la cuarentena llevada a cabo en los albergues destinados a aquellas personas identificadas como positivas al coronavirus. La evolución de cada uno es monitoreada todo el día constándose que todos están bajo control y sin peligros de contagiar a otras personas.
El ingreso de no menos de 88 contagiados desde Brasil elevó la severidad en la inspección médica por parte de las autoridades sanitarias encargadas del programa respectivo desde el gobierno central.
Del mismo modo, el mismo presidente de la república ordenó el jueves último reforzar los controles en las líneas fronterizas de modo que el paso de aquellas personas desde el Brasil, en especial, no pongan en peligro la salud de la población. La cuarentena de cualquier persona que llega al país es obligatoria.
Los controles internos en los centros habilitados para la cuarentena respectiva se tornas más rígidos en vísperas de dar comienzo a la llamada “cuarentena inteligente” que marca el comienzo de la reactivación de las actividades económicas, aunque todavía de manera parcial.