Presumiendo que mediante una «presión social» y su replique a través de una prensa con enfoque judicial, el fiscal de San Lorenzo, Gerardo Chamorro, buscaría la manera de mantener bajo su control una carpeta en que tendría interés personal. Tiene relación a la denuncia que pesa sobre el joven Gustavo González Salomón, hijo de la jueza de Capiatá, Norma Salomón.
Con la citada jugada, el representante del Ministerio Público igualmente buscaría subsanar errores procesales. Según nuestras fuentes, el agente estaría en alianza con Ester Roa, autodeclarada activista social, para meter presión al mismo fiscal general de Estado, Emiliano Rolón, y los jueces que puedan atender el caso.
Chamorro, según la denuncia en su contra, no hizo ni una diligencia de la defensa. Igualmente recién comunicó el inicio de investigación al juzgado penal 24 horas después, cuando debía ser en el tiempo de seis horas.
La nueva estrategia, en verdad, apunta contra la jueza Salomón. De acuerdo a nuestras fuentes, Chamorro no solo busca el apoyo de la Roa sino dice tener un apoyo de un padrino político del Departamento Central.
El juez penal de Garantía de San Lorenzo, Juan Francisco Recalde, ya otorgó el arresto domiciliario a Gustavo González. También otra instancia judicial le concedió luego una medida ambulatoria para seguir sus estudios.
Todas esas medidas no cuadran dentro de la visión de Chamorro, esposo de la fiscala Silvana Otazú, quien para evitar ser sacado del caso ya estaría en alianza con Roa para que todo lo que ella pueda recitar tenga espacio mediático de un medio que se dedica a los temas judiciales.