La cirugía de trasplante de brazos duró 15 horas, recuperando así, el islandés Felix Gretarsson, las dos extremidades que perdió cuando recibió una descarga eléctrica en 1998. Sin olvidar que durante su traslado y vivencia en el lugar de la operación, en Lyon, conoció a su actual media naranja.
Todo comenzó en un difícil lunes de 1998, cuando el islandés Felix Gretarsson, hoy con 49 años, fue víctima de un accidente eléctrico cuando intentaba arreglar una línea eléctrica. Producto de esta descarga de electricidad, cayó desde casi 10 metros de altura y se le incendiaron sus brazos. Se rompió además la espalda en tres lugares, se fracturó el cuello y prácticamente terminó perdiendo ambas extremidades.
Fue inducido en un coma de tres meses, durante el cual los médicos le realizaron 54 operaciones, incluyendo, entre ellas, la extirpación de sus brazos quemados. Su vida se fue a negro e incluso empezó a abusar de las drogas y el alcohol para así no enfrentar su realidad. Perdió su carrera como electricista, a su novia de muchos años y dejó de ver a sus dos hijas pequeñas, Rebekka y Diljá, ahora con 27 y 23 años respectivamente.
La suerte de Gretarsson comenzó a cambiar cuando se realizó dos trasplantes de hígado en menos de un año.
Tiempo después pudo conocer al médico francés de renombre mundial, Jean-Michel Dubernard, luego de ver un anuncio sobre una conferencia suya en la Universidad de Islandia. Luego de llamar a todos los hoteles para ubicarlo e interceptarlo en el vestíbulo, este le habló sobre la posibilidad de recibir un doble trasplante de brazos. Cirujano que murió a principios de junio, tras haber logrado una exitosa carrera en la que realizó los primeros transplantes de mano, de dos manos y el primer trasplante parcial de cara del mundo
Fue por él que Felix se mudó a Lyon, donde se encontraba el equipo de este reconocido médico. Fue en esa ciudad el comienzo de una espera que duró años para hallar el donante adecuado. Tuvo que pagar casi 235.976 dólares estadounidenses y mudarse a un nuevo país junto a sus padres, Grétar Felixson y Gudlaug Thors Ingvadóttir, de ahora 74 y 70 años. Sin embargo, así también pudo conocer a su esposa, Sylwia Gretarsson, de 33 años, en un bar en esta ciudad francesa.
Después de tanto esperar, encontraron un donante de las dos extremidades que necesitaba el 12 de enero de este año. Coincidió con el 23 aniversario del accidente que le quitó sus dos brazos. “Había recibido llamadas telefónicas antes de que teníamos un donante potencial, pero cuando se trataba de que la familia aceptara, siempre se negaban”, declaró Felix. La operación fue realizada bajo la dirección del cirujano principal Aram Gazarian, la que duró 15 horas y se llevó a cabo en el hospital Edouard-Herriot de Lyon, Francia.
Posteriormente, vinieron seis meses de recuperación, de los cuales estuvo seis semanas solo boca arriba, además de las cientos de horas de trabajo que vinieron después para su rehabilitación. Y hoy, Felix, puede flexionar sus bíceps, algo que nunca pensó volver a ser. Convirtiéndose así en el exitoso protagonista del primer trasplante doble de brazos en el mundo.