Asunción, Paraguay – En las próximas horas, el gobierno de Santiago Peña estaría oficializando la destitución de la ministra de Salud, María Teresa Barán, tras el escándalo desatado por la muerte del bebé Osman Eliel Mallorquín en Villarrica. Este caso ha dejado en evidencia una serie de irregularidades en el sistema de salud, que, según denuncias, prioriza la propaganda y las inauguraciones por encima de la atención médica efectiva.
La indignación nacional ha escalado tras revelarse que equipos médicos habrían sido trasladados de hospitales para ser utilizados en la inauguración de centros asistenciales, dejando desprotegidas a otras instituciones. Lo que durante años se mencionó como un “secreto a voces” quedó expuesto con la trágica muerte del recién nacido, generando una ola de reclamos por parte de la ciudadanía y el sector médico.
El Círculo Paraguayo de Médicos ha calificado el hecho como el resultado de una negligencia sistemática y ha insistido en la falta de insumos y personal en varios hospitales del país. Además, han cuestionado que la investigación del caso esté en manos del Superintendente de Salud, quien ha sido denunciado penalmente por falsificación de documentos para acceder al cargo, lo que genera serias dudas sobre la transparencia del proceso.
La crisis ha llevado al Ejecutivo a acelerar los cambios en el Ministerio de Salud, y entre los posibles reemplazos para Barán se mencionan al diputado Óscar Latorre, el senador Antonio Barrios.
Este escándalo, que ha golpeado fuertemente al gobierno de Peña, se perfila como la crisis más grave de su administración hasta el momento. La destitución de la ministra Barán parece ser inminente, en un intento de contener la indignación y tratar de recuperar la confianza en la gestión sanitaria del país.