«Según la Universidad Johns Hopkins, a mediados de julio el número de casos notificados se hallaba justo por encima de los 3.200 en Paraguay y de los 1.000 en Uruguay, y en conjunto los dos países sólo han notificado 56 muertes relacionadas con la COVID-19, algo que contrasta con las enormes cifras en el conjunto de la región. Los modelos matemáticos sugieren que, solo en Paraguay, la respuesta del país a la COVID-19 ha evitado cerca de 15.000 muertes», señala parte de un artículo publicado en el portal del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). 

La publicación agrega que aunque América Latina  se enfrenta a unos retos enormes para abordar el virus, algunos países están emergiendo como líderes en la gestión de respuestas exitosasParaguay, Uruguay y Cuba, por ejemplo, han tomado medidas que han mantenido el número de casos y de muertes a un nivel significativamente menor que el del resto de América Latina. Grupos internacionales han clasificado su actuación entre algunas de las 45 mejores prácticas para la COVID-19 en todo el mundo.

La universidad a la que hace referencia la nota es «Johns Hopkins», una universidad privada situada en Baltimore, Maryland. Se fundó el 22 de febrero de 1876, siendo la primera universidad dedicada a la investigación en los Estados Unidos.

ISGlobal señala en su publicación que los países más afectados son, según datos de la tercera semana de julio de la Universidad Johns Hopkins: Brasil, Perú, Chile y México. En conjunto, estos cuatro países han registrado más de 2,8 millones de casos. Otros países de la región también están luchando para contener brotes masivos, como es el caso de Colombia, Argentina y Ecuador.

El impacto real de la COVID-19 en las economías locales aún está por ver, pero los análisis preliminares apuntan al equivalente de una gran depresión. La pandemia de COVID-19 puede exacerbar su deuda, generando una crisis financiera sin precedentes, destaca la información.