Miguel de Cervantes Saavedra, uno de los máximos exponentes de la literatura de la lengua española, creó a principios del siglo XVII a “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”. El personaje imaginario, quien a su vez imaginaba terribles invenciones mentales, mencionaba a su fiel escudero la frase que titula la nota. El dicho popular adoptado en base a lo escrito por el «Manco de Lepanto», es ampliamente utilizado para señalar que algo o alguien, avanza a pesar de las críticas, los impedimentos y los problemas que se le pueden ir presentando, como  en el caso local, las obras encaradas en el Corredor Vial Botánico.

A diario, muchos automovilistas de ciudades y barrios vecinos, contemplan los avances en el Corredor Vial Botánico. Es notable la grandeza de los trabajos y lo que llegará a ser una vez finalicen con su construcción. Lo que ahora ahora es un concierto de máquinas, se convertirá en un atajo de extremada utilidad, incluso traerá el ejemplo de cómo debieron hacerse los trabajos desde hace mucho tiempo.

El Corredor Vial Botánico va tomando forma.

La mega obra encargada por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) al consorcio DR-Costanera, de a poco surge imponente con las tareas de terminación del hormigonado superior de los dinteles y la fundación y carga de pilas del viaducto de 1.340 metros de largo que cruzará a un costado del Jardín Botánico.

No hace falta que termine para admirar lo que será cuando los detalles finalicen, una auténtica obra de arte.

Esto, al principio no fue visto con buenos ojos por un grupo de opositores, quienes se manifestaron incluso para impedir que las obras continúen sin medir lo que supone será un paso gigante en la movilidad del sitio. La misma se transformará en la encrucijada neural de un sistema que incluso beneficiará al Chaco cuando finalice otro gran proyecto, el Puente Héroes del Chaco, que unirá directamente a Asunción con la Región Occidental.

Días pasados, se terminaron de izar las dos últimas vigas en el viaducto de 460 metros y las obras siguen con la construcción de cordón cuneta y regularización de carpeta asfáltica para los desvíos del tránsito. El trabajo no para y este es, nada más que uno de los encargos del actual Gobierno liderado por Mario Abdo Benítez, que pese a la pandemia, continúa adelante con sus proyectos viales a gran escala, nunca antes visto por otra administración anterior.

El Corredor Vial Botánico, será un nudo de conexión entre la ruta PY-03 que llega desde Salto del Guairá y la avenida José Asunción Flores (Costanera) quien conecta con el centro de la capital paraguaya, a través de un viaducto de 1.340 metros que atravesará Sacramento, Artigas y la calle Fiebrig y donde es parte del mismo, un paso a desnivel de 460 metros sobre Primer Presidente y además, tendrá la ampliación a cuatro carriles de la interconexión de la Autopista Ñu Guasú y la previamente citada PY-03.

A la hora de comparar, seguramente no será justo poner en la balanza un par de viaductos en Asunción y Paraguarí, con la cantidad de obras que van, en algunos casos más adelante de sus fechas en los cronogramas establecidos.

La cantidad de mano de obra beneficiada y la oportunidad de mejorar la calidad de vida de millones de paraguayos, serán de amplio beneficio para todos. Esto, teniendo en cuenta las diferentes construcciones realizadas en los 406 752 km² de territorio nacional y que ya, en apenas 2 años de Gobierno, viene ejecutando con la atención del MOPC.

La construcción es principal ingreso de varias familias en tiempos de pandemia, aquellas no paran. Siguen a un ritmo que asombra y anima.

Además, las medidas tomadas para mitigar el avance de la Covid-19, también demostró que Paraguay nunca cae pese a las adversidades, tanto que no se reportaron de momentos casos de la enfermedad en ningún campamento del MOPC incluido el del Botánico.

Es por ello que seguirán ladrando, buscarán la mejor excusa para incluir a la corrupción, en una agenda que ya no cree nadie porque los resultados, ya comienzan a estar a la vista y para el bien de todos.