Lo que todos pensaban era un acuerdo político para las futuras elecciones Municipales, anunciado en el abrazo republicano entre el presidente Mario Abdo Benitez y Horacio Cartes, parece solo se trataba de un abrazo de conveniencia económica para ambos y para un grupo de políticos empotrados en el Parlamento Nacional. Esto hace suponer el hecho de que todo parece avanzar hacia la entrega de Yacyreta a manos privadas, por la que el país recibiría una importante cifra, no menos de la que iría a bolsillos particulares aparentemente. Paraguay entregaría su soberanía energética de Yacyreta y los beneficios que da a nuestro país año tras año, por solo migajas y con la pueril justificación de eliminar privilegios de funcionarios binacionales. Un verdadero absurdo.

 La argentina recibió esta oferta a través del empresario multimillonarios Jeorge Soros a fin de darle un salvataje a la Argentina cuyo Estado se encuentra prácticamente en quiebra y avanzando hacia la ruina y el desastre social y político. El salvataje consiste, entre otras cosas, la entrega en préstamos blandos a Argentina de unos 20 mil millones de dólares,. A cambio de ese salvataje piden la administración de todas las empresas de energía renovable de la argentina entre las que se encuentra la hidroeléctrica Yacyreta y la cancelación de aquellas plantas nucleares que producen energía eléctrica.

La estrategia en Paraguay para avanzar hacia esta privatización estaría pasando primeramente por la aprobación del proyecto de ley del senador Sergio Godoy en que por medio de una ley se anulen las garantías constitucionales de los derechos laborales y las disposiciones establecidas en Tratados Internacionales, como los de Yacyreta e Itaipu y con la Organización Internacional del Trabajo, y topear o disminuir salarios.

Posteriormente se avanzaría en otra ley que haga que el presupuesto de las hidroeléctricas  ingresen al Presupuesto General de Gastos de la Nación, transformando así, con una simple ley, el Tratado de las Binacionales y la propia Constitución, reconvirtiendo a las binacionales en simple instituciones públicas dependiente del Ministerio de Hacienda. Y a paso seguido ya se avanzaría hacia la privatización de la administración del recurso energético de la hidroeléctrica de Yacyreta.

Esto sería la entrega abierta y total de la soberanía paraguaya sobre nuestro recurso energético a manos privadas. Podría considerarse el mayor golpe contra el propio Estado y Nación paraguaya después del magnicidio que fue la guerra de la triple alianza.

Ese abrazo, que nadie vio, y que según algunos voceros del Palacio de Gobierno se dio, evidente se realizó en la sombra, en la más tremenda oscuridad, pues traía aparejado la traición a la patria, la traición al pueblo paraguayo y la condena al Paraguay a la incertidumbre y posiblemente a la miseria de miles de compatriotas.

Quizás lo más indigno de esto es que se aproveche una situación de gravedad que nos afecta a todo el país, cual es la pandemia, para dar un golpe nefasto, traicionero y letal a la patria. Necesitamos que nuestros políticos den la cara y reaccionen ante esta información, y digan cual es la veracidad o no de ella y a la vez expliquen claramente cuál es el verdadero interés en violar  la Constitución, Los Tratados y todo instrumento legal para avanzar hacia el caos jurídico, por el tema de las binacionales. De no contarse con esta explicación, la misma será como la frase presidencial “caiga quien caiga” pero que al final solo termino siendo una frase más.