El ministro argelino de relaciones exteriores, Ramtane Lamamra anunció días atrás, en una rueda de prensa, la ruptura de las relaciones diplomáticas de Argelia con Marruecos. El ministro acusó a Rabat de llevar a cabo «acciones hostiles contra Argelia».
La decisión unilateral tomada por Argelia se inscribe en el marco de una escalada de tensiones por parte de las autoridades argelinas contra Marruecos que arrastra desde hace tiempo y cuyo objetivo es descreditar la imagen del Reino y socavar sus intereses supremos, señalaron analistas de la comunidad internacional. Frente a esta oleada de ataques hostiles y deliberados en contra, Marruecos supo guardar la calma y gestionó esta situación con prudencia, razón, responsabilidad y respeto del principio de buena vecindad, indicaron.
En respuesta a la decisión de Argelia, Marruecos a través de su Cancillería hizo público un comunicado, en el cual lamenta dicha decisión unilateral completamente injustificada pero esperada dada la lógica de la escalada constatada en las últimas semanas, así como su impacto en el pueblo argelino. Marruecos, agrega la misma fuente, rechaza categóricamente los pretextos falaces, incluso absurdos, que la sustentan. El comunicado señala que el Reino de Marruecos seguirá siendo un socio creíble y leal para el pueblo argelino y continuará actuando, con sabiduría y responsabilidad, para el desarrollo de relaciones inter-magrebíes sanas y fructíferas.
El gobierno argelino acusa a Marruecos de estar detrás de los incendios que conoció últimamente Argelia. Esta acusación es uno de los varios pretextos avanzados por Argelia para justificar su ruptura con Marruecos a pesar de que Su Majestad el Rey, Mohammed VI haya manifestado su solidaridad con el pueblo argelino ofreciendo la ayuda logística necesaria para hacer frente a dichos incendios, la cual no tuvo respuesta por parte de Argelia. Otro pretexto por el cual justifica Argel su ruptura es a causa de la relación que mantiene Marruecos con Israel, una relación que se está reforzando últimamente y que al parecer no es del gusto de Argelia como se puede constatar en la actitud de las autoridades argelinas que muestran un sentimiento anti-Israel en sus declaraciones.
La ruptura de las relaciones diplomáticas no es una solución, al contrario, se trata de una visión contra productiva por parte del país vecino que solo supo reaccionar con más hostilidad al llamamiento de Su Majestad el Rey Mohammed VI a abrir una nueva página en las relaciones bilaterales. Con la decisión mencionada, Argelia está imponiendo a la región un estilo de gestión transcurrido de las relaciones entre el Magreb que no se adapta a los nuevos métodos de gestión de conflictos. La crisis de Marruecos con España pudo resolverse diplomáticamente gracias a una gestión sabia y serena de alto nivel, a diferencia de la crisis argelino-marroquí. Argelia, a través de su decisión unilateral, está contribuyendo a crear un clima de tensión y desestabilización en la región que va en contra de la visión Real por un Magreb unido a favor del desarrollo de sus pueblos.