Ante la dificultad que representa la mayoría absoluta de dos tercios, el intento del juicio político a la Fiscala General Sandra Quiñónez va camino de nuevo al fracaso para la izquierda y parte de la oposición. Se requiere 53 votos en Diputados. La vez pasada sus detractores no lo alcanzaron. En contrapartida, la titular del Ministerio Público consiguió el apoyo de 58 legisladores de la Cámara Baja.
La cruda realidad de los números está obligando a la izquierda y a parte de la oposición a buscar otras alternativas. Incluso no hay confianza en las posiciones entre ellos. En el anterior juicio político, de entre los 58 votos que recibió Quiñónez había incluso liberales de la línea de Efraín Alegre, presidente del Partido Liberal Radical Auténtico.
Por de pronto, todo parece indicar que el caso se irá enfriando o irá a archivo de la mano de los colorados. Encima el argumento usado es la detención de Alegre. Él está preso por violar el proceso judicial que se estipula para todo ciudadano que habita el territorio nacional.